Libro: Abzurdah , Cielo Latini.
Página: 65 a 76
Capítulo: No soy tan diplomática cuando me inflan.
" [...] Hace mucho frío fuera y dentro de mí. Pienso que tal vez siempre fue así pero estaba ciega, entonces ahora si puedo darme cuenta, porque ciertas cosas me fueron abriendo los ojos de a poco.
Quise escaparme un poco de la realidad pensando que todo iba a cambiar con el tiempo, pero ya ves:
mañana van a ser ocho meses y todo sigue igual. Mal. Este mail, puede parecerte muchas cosas, incluso un mail como cualquier otro de los cientos que te mande durante meses. Pero éste es diferente, es el de despedida. No me voy por una semana o dos, me voy de tu vida para siempre, porque sé que estoy de más. No me necesitas tanto como yo a vos y muchas veces me dijiste que en las relaciones hay que dar y recibir por igual; no se está cumpliendo esa regla. Siento que siempre sentí mas que vos.
Entonces digamos que en nuestra relación no existe un equilibrio. No nos vemos nunca o estamos peleados ... Siempre hay un tema para discutir entre nosotros. No tuvimos ni una sola semana de paz en ocho meses. Creo que es importante un poco de relax, creo que llego el día, ¿no?
El tema de vernos mas seguido también quedo en la nada. Ya ves: durante el año te veo (si se te antoja) dos veces por semana. Ahora estoy en vacaciones, no te voy a ver ni una vez. Hoy no, Alejo tiene una reunión de amigos. Mañana tampoco, viaja. ¿Qué tiempo me dedicas en tu vida? ¿Cuatro horas por semana? ¿Eso es un noviazgo? "Con respecto a vernos mas seguido, sabes que se complica un poco: mis horarios, los tuyos, estamos un poco lejos, etc; pero vamos a tratar." No. No te creo una palabra más. Ahora ni siquiera nos vemos los días que supuestamente nos teníamos que ver. OLVÍDATE.
A los dos nos gusta que el otro nos diga cuánto nos quiere, pero ninguno de los dos obtuvo nunca lo que quiso.. Nunca fue bastante, no nos alcanzó. Tal vez, a vos si te alcanzo, porque no necesitabas nunca verme. Pero no fue suficiente para mí, que te quise con el alma y no podía verte jamás. Tampoco tuviste en cuenta que ademas de escuchar "te quieros" hay que demostrarlos. Shaskespeare dijo una vez: "no ama a quien no loo demuestra." Creo que describe perfectamente el "amor" que me tenías.
"Pendeja, no lastimes a quien necesitas, tira tu orgullo a la mierda alguna vez". Me parece que hice demaciado caso. Dejé que vinieras cuando quisieras, que hicieras y deshicieras sin importarte nada de mí. ¿Pensas que sos el único que no extraña?
Además, había muchas diferencias entre nosotros. Pero la mas notoria era que yo no me quería nada y vos te amabas demaciado. [....]
La pregunta es: ¿por qué no me dijiste desde el principio que te habías tomado nuestra relación de otra manera? ¿Por qué no me advertiste? Te hubiera amado menos, te hubiera dado menos. Ahora estoy atada a vos y es un infierno, por eso decido alejarme ahora. [...]
Tal vez no tendríamos que haber desafiado a nada ni nadie y vos tendrías que estar con alguien de tu edad y yo con alguien de la mía.
Lo que mas me duele, es que nunca tuve prioridad en tu vida. Tu felicidad, era condición única para que yo estuviera bien. Siempre te tuve arriba, como el religioso tiene a Dios, mientras que vos fuiste todo en la mía. [...] "
- Nunca me sentí tan identificada con alguna parte del libro. Y no fue solo porque Cielo (la protagonista, la cual tiene 15 años) se haya enamorado de un hombre cuatro años mas grandes ... sino porque al escribir esta carta de despedida, sintió todo lo que yo sentí.